Los tres integrantes del cuerpo técnico de Aurora, Julio Zamora, Gastón Taborga y Víctor Hugo Arandia, se reunieron la tarde de ayer en el complejo de la laguna Alalay, limaron asperezas (por si había alguna) y dieron por finalizado el conflicto suscitado el domingo en la noche en el camarín del equipo celeste, a la conclusión del partido que Aurora ganó y goleó de manera inobjetable a San José, de Oruro, por 4 a 1.
La reunión de ayer confirmó que lo ocurrido el domingo en el principal escenario deportivo de Cochabamba se trató, como lo dijo el presidente de Aurora, Rodolfo Acevedo, de “un momento de calentura”, de los muchos que existen en el fútbol y por ese motivo minimizó el hecho y las consecuencias que podrían derivar de él.
Es que el ambiente parecía muy tenso porque pese a que Aurora acabó ganando por goleada a San José (4 a 1), en el camarín la situación daba para todo, menos para la alegría, porque se suscitó una discusión entre el técnico Zamora y el ayudante de campo Gastón Taborga, debido a la falta de acuerdo en algunos cambios de jugadores y el momento en que debían hacerse.
A tres fechas decisivas para la conclusión del torneo Clausura, Aurora tiene a varios jugadores en “capilla”, con cuatro tarjetas amarillas, que pueden ser susceptibles de suspensión automática en caso de cosechar la quinta, lo que privaría al cuerpo técnico de contar con uno o varios de ellos para los siguientes compromisos.
Una de las decisiones que se tomaron el domingo para evitar que estos jugadores puedan recibir la quinta amarilla fue el ingreso de Robles por Arévalo, que lleva sobre sus espaldas 4 tarjetas amarillas desde hace varias fechas.
Pero algún otro como Llanos, que está en la misma situación que Arévalo, se quedó en la cancha durante todo el partido, con lo que puso en riesgo su presencia para el siguiente encuentro.
Estas circunstancias precipitaron la discusión entre Zamora y Taborga a la conclusión del encuentro con San José. Al parecer, el técnico dejó instrucciones precisas para que Taborga haga cambio en el segundo tiempo, pero esto no ocurrió y originó todo el problema, que derivó inclusive en que Zamora ponga su cargo a “disposición” de la directiva de Aurora.
“Creo que éste fue un conflicto artificial, ocurrido por una calentura en el fútbol, pero no es más que eso. La calma volvió al cuerpo técnico, como tiene que ser”, sostuvo Óscar Maldonado, vicepresidente de Aurora.
Dijo que es una situación poco usual que existan estas divergencias dentro del grupo, cuando el equipo golea y está segundo en la tabla del Clausura.
“La dirigencia, cuerpo técnico y jugadores debemos concentrarnos sólo en ganar los tres últimos partidos del Clausura”, agregó el dirigente celeste.
La reunión de ayer confirmó que lo ocurrido el domingo en el principal escenario deportivo de Cochabamba se trató, como lo dijo el presidente de Aurora, Rodolfo Acevedo, de “un momento de calentura”, de los muchos que existen en el fútbol y por ese motivo minimizó el hecho y las consecuencias que podrían derivar de él.
Es que el ambiente parecía muy tenso porque pese a que Aurora acabó ganando por goleada a San José (4 a 1), en el camarín la situación daba para todo, menos para la alegría, porque se suscitó una discusión entre el técnico Zamora y el ayudante de campo Gastón Taborga, debido a la falta de acuerdo en algunos cambios de jugadores y el momento en que debían hacerse.
A tres fechas decisivas para la conclusión del torneo Clausura, Aurora tiene a varios jugadores en “capilla”, con cuatro tarjetas amarillas, que pueden ser susceptibles de suspensión automática en caso de cosechar la quinta, lo que privaría al cuerpo técnico de contar con uno o varios de ellos para los siguientes compromisos.
Una de las decisiones que se tomaron el domingo para evitar que estos jugadores puedan recibir la quinta amarilla fue el ingreso de Robles por Arévalo, que lleva sobre sus espaldas 4 tarjetas amarillas desde hace varias fechas.
Pero algún otro como Llanos, que está en la misma situación que Arévalo, se quedó en la cancha durante todo el partido, con lo que puso en riesgo su presencia para el siguiente encuentro.
Estas circunstancias precipitaron la discusión entre Zamora y Taborga a la conclusión del encuentro con San José. Al parecer, el técnico dejó instrucciones precisas para que Taborga haga cambio en el segundo tiempo, pero esto no ocurrió y originó todo el problema, que derivó inclusive en que Zamora ponga su cargo a “disposición” de la directiva de Aurora.
“Creo que éste fue un conflicto artificial, ocurrido por una calentura en el fútbol, pero no es más que eso. La calma volvió al cuerpo técnico, como tiene que ser”, sostuvo Óscar Maldonado, vicepresidente de Aurora.
Dijo que es una situación poco usual que existan estas divergencias dentro del grupo, cuando el equipo golea y está segundo en la tabla del Clausura.
“La dirigencia, cuerpo técnico y jugadores debemos concentrarnos sólo en ganar los tres últimos partidos del Clausura”, agregó el dirigente celeste.
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